Alcohólicos
compulsivos de 20 años
adnarg.com.ar
Un nuevo patrón de consumo
hace estragos en la salud de los jóvenes: la borrachera total y ocasional.
Un
nuevo patrón de alcoholismo ha nacido y se ha instalado con fuerza: el
alcohólico joven, menor de 25 años, que bebe compulsivamente en fin de semana y
presenta trastornos o conducta antisocial. Una nueva generación con un nuevo
estilo cargado de riesgo ha llevado a las autoridades de Estados Unidos a crear
una nueva categoría de alcoholismo. La UE y la Organización Mundial de la Salud
(OMS) también lo están abordando. Y el fenómeno se extiende en España.
¿Y
por qué? La permisividad de los padres ante el alcohol mientras concentran su
preocupación en las drogas; y la extensión de un modelo nórdico -beber en fin
de semana hasta caer- en lugar del más mediterráneo -poco y a diario- son
algunas de las claves de una realidad que puede minar la salud de una cuarta
parte de los jóvenes.
Viernes
noche. El plan: salir con los colegas y beber. Sábado: dormir la resaca y, por
la noche, más de lo mismo. "Para mí, la gente que no bebía era tonta o no
sabía pasárselo bien", explica Laura, que con 24 años tocó fondo y acudió
a Alcohólicos Anónimos en busca de ayuda. Las primeras borracheras fueron a los
14 años, y a los 18 ya tenía serios problemas. "Ya no controlaba",
dice. Plantó a su novio de adolescencia. Dejó los estudios de Económicas al
primer año y se fue de casa para vivir con otro novio al que le iba el mismo
rollo.
Con
la mayoría de edad recién estrenada, su vida era puro impulso, un ciclo de
borracheras del que no podía salir. Noches sin fin, a las que se acabaron
sumando otras drogas. Primero el cannabis, luego la cocaína y las pastillas.
Decidió que necesitaba ayuda el día que iba en coche con su nuevo novio y, en
medio de una discusión, se tiró del vehículo en marcha. Ahora hace ya seis años
que no bebe, vuelve a estudiar, sale con otro chico y no falta nunca a su
sesión semanal con Alcohólicos Anónimos. Recuerda ese pasado reciente como un
descenso a los infiernos.
"Cada
vez llegan más jóvenes a Alcohólicos Anónimos, y muy deteriorados porque además
consumen muchas otras drogas, algo que no ocurría antes con tanta
frecuencia", explica Arancha, portavoz de la asociación. Lo mismo en otros
centros asistenciales. David tiene ahora 21 años, es alcohólico y ha iniciado
un programa de terapia en el centro de desintoxicación Reciella, en Oviedo, que
forma parte del Proyecto Hombre. "Por ti mismo es imposible dejarlo,
porque con 21 años no tienes voluntad para no salir de marcha y ya sabes lo que
hay, beber es lo que hacen tus colegas", explica. El punto de inflexión
llegó hace unos meses, cuando casi se mata en un accidente de coche.
En
EE UU, el Instituto Nacional del Abuso de Alcohol y Alcoholismo (NIAAA), ha
establecido una nueva clasificación en la que considera cinco categorías de
alcohólicos, una de ellas la del joven, menor de 25 años que, a pesar de no
consumir a diario, bebe grandes cantidades los fines de semana y presenta
trastornos mentales o conductas antisociales, como pueden ser peleas o
actividades de riesgo.
Los
que cometen excesos con el alcohol tienen el doble de riesgo de tener un
accidente de coche. "Además, buena parte de los binge drinkers no utilizan
el cinturón de seguridad", afirma Valencia. Otro dato: los bebedores que
adoptan este patrón perciben con mayor frecuencia que su salud está tocada y la
reconocen como regular, mala o muy mala.
Referencia:
http://www.ecuadornews.com.ec/Desktop.aspx?Id=17&e=927
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